“Mediante la concentración se desarrollan importantes cualidades del carácter. Cuando pasa la concentración, el niño está satisfecho interiormente, se da cuenta de sus compañeros, por los que muestra un interés vivo y comprensivo”. ~ María Montessori
“Presta atención, estoy dando instrucciones importantes”.
“Puedes hablar con Chris en la comida”.
“¿Por qué no te sientas aquí?”.
“Eso no se utiliza para eso”.
“Céntrate en tu propio trabajo. Sheila no necesita ayuda”.
Comentarios como estos me los decían a diario, cuando era un joven estudiante. Procedían de profesores preocupados que querían que tuviera éxito y que estaban desanimados por tener que redirigir constantemente mi atención. No eran los únicos que estaban desanimados. Fue una experiencia mutua.
Sé lo que es distraerse en la escuela, y sé lo que es ser profesor intentando ayudar a un niño distraído. ¡También sé lo que es encontrar el éxito con un profesor que comprendió mi reto y me ayudó a experimentar el éxito en la escuela por primera vez! Es una de las razones por las que hago el trabajo que hago con la Disciplina Positiva.
La distracción es un comportamiento inevitable en un entorno Montessori. Es un comportamiento preocupante, porque un niño que se distrae fácilmente suele desentenderse, como me pasaba a mí, y esto puede obstaculizar su desarrollo y su camino hacia la normalización.
La distracción también puede ser desalentadora para un profesor que intenta cultivar una clase tranquila para poder dar clases y apoyar a los niños individualmente, porque los niños distraídos suelen atraer a los demás hacia su falta de atención, a veces intencionadamente, a veces sin saberlo. El número de niños que se distraen fácilmente varía de un año a otro. Pero la buena noticia es que las herramientas que tenemos como educadores Montessori y practicantes de la Disciplina Positiva, incluida la observación, la preparación del entorno, el respeto mutuo y el apoyo individualizado, hacen posible ayudar a los niños a construir la disciplina interna necesaria para una concentración profunda y un trabajo significativo.
Distracción y planos de desarrollo
La distracción aparece de forma diferente en cada plano de desarrollo.
En la Casa de los Niños, los niños que se distraen con facilidad pueden tener dificultades para mantener conversaciones, interactuar constructivamente con los materiales o colaborar con sus compañeros durante largos periodos de tiempo. Puede resultarles difícil sentarse a lo largo de una lección, pasar de una actividad a otra o moverse con determinación de un trabajo a otro. La distracción puede manifestarse de distintas maneras: algunos niños muestran una distracción activa, caracterizada por el movimiento y la conversación frecuentes, mientras que otros muestran una forma más pasiva, sentados en silencio y aparentemente ocupados, pero sin un compromiso significativo con los materiales.
Los niños de primaria que muestran falta de atención o distracción suelen tener dificultades para iniciar el trabajo, mantener la concentración y seguir el trabajo hasta terminarlo. Puede resultarles difícil seguir las instrucciones de un trabajo de seguimiento y pueden desanimarse ante tareas académicas difíciles. Aunque pueden completar actividades sencillas y de memoria, a menudo evitan o pierden el interés por el trabajo que requiere múltiples pasos o un esfuerzo sostenido. Las distracciones sociales son frecuentes, y los amigos pueden expresar frustración cuando un niño distraído interrumpe su concentración.
Los adolescentes con problemas de atención suelen tener dificultades para completar las tareas con precisión y a tiempo. Gestionar proyectos a largo plazo puede ser especialmente difícil, ya que pueden tener problemas para organizar los materiales, priorizar las tareas y tomar notas eficaces. No perder de vista sus pertenencias y mantener la concentración en medio de interacciones sociales también pueden ser retos constantes. Al igual que sus homólogos en edad primaria, con frecuencia se sienten atraídos por las distracciones sociales, lo que puede afectar aún más a su capacidad para comprometerse con el trabajo académico.
Resultados de la distracción
La capacidad de filtrar las distracciones ambientales y mantener una concentración sostenida es un elemento crítico para tener una experiencia satisfactoria en un aula Montessori. Cuando un niño se distrae con facilidad, no sólo se pierde la oportunidad de experimentar un aprendizaje comprometido y resuelto, sino que se ve sometido a frecuentes correcciones por parte de adultos y compañeros de clase. Este desafío lo sienten tanto el niño como la comunidad que le rodea. Un niño corregido con frecuencia se desanima rápidamente, y este desánimo se manifiesta como mal comportamiento, derivado de un sentimiento de no pertenencia o de sentirse fuera de sincronía con sus compañeros. Su mal comportamiento provoca entonces una mayor distracción.
Comportamiento incorrecto o inocente
No todos los comportamientos preocupantes son malos comportamientos. Esto es especialmente cierto cuando se trata de distracciones. En Disciplina Positiva en el Aula Montessori, hacemos una clara distinción entre el mal comportamiento y lo que podríamos considerar comportamientos inocentes. Antes de explorar enfoques eficaces para abordar la distracción, echemos un vistazo a estos factores subyacentes.
El mal comportamiento tiene una motivación social. Todos los niños quieren tener un sentimiento de pertenencia e importancia. Sin embargo, no todos los niños saben cómo conseguirlo de forma positiva y constructiva. En sus intentos de conectar, pueden cometer “errores”, pasos en falso que provocan reacciones negativas de los demás. Estos comportamientos no cumplen el objetivo social fundamental del niño.
Un niño que intenta encontrar su lugar en un grupo puede distraerse o desentenderse mientras intenta satisfacer esta necesidad primaria. Esto es especialmente cierto durante el segundo plano y el tercer plano del desarrollo, cuando los alumnos se encuentran en un periodo sensible para encontrar su lugar en la comunidad (primaria) o en el mundo (adolescencia).
La distracción como mal comportamiento se produce cuando un niño se siente fracasado en su intento de experimentar pertenencia y significación dentro del aula. Según Rudolph Dreikurs, esta sensación de desánimo es la causa fundamental del mal comportamiento. Los niños pueden responder buscando atención, participando en luchas de poder, haciendo daño a los demás o dándose por vencidos (véase Objetivos erróneos más abajo). Estas reacciones les dificultan participar en las clases, completar el trabajo independiente o colaborar con sus compañeros. En estos casos, no sólo pueden distraerse a sí mismos, sino también convertirse en una fuente de distracción para los demás.
El comportamiento inocente no está motivado socialmente. Aunque un comportamiento inocente puede no fomentar la conexión, porque no se ajusta a las normas sociales, se diferencia del mal comportamiento en que no está impulsado por una necesidad de pertenencia o significación. El niño tiene poco control sobre los comportamientos inocentes. Sin embargo, pueden repercutir en el éxito social y académico del niño, provocando sentimientos de desánimo.
La distracción como comportamiento inocente puede deberse a trastornos del desarrollo o del aprendizaje, retrasos en el desarrollo, traumas, factores físicos (como la alimentación o el sueño), influencias ambientales, retrasos o falta de habilidades o comprensión. Diagnósticos como el TDAH, la dislexia, los trastornos del procesamiento sensorial, los trastornos del funcionamiento ejecutivo y el autismo pueden provocar distracción. Los niños con estos comportamientos inocentes requieren una evaluación profesional y apoyo y adaptaciones formales para ayudarles a centrarse y participar.
¿Comportamiento inocente o mala conducta?
Aunque los comportamientos inocentes no están motivados socialmente, a menudo conducen al mal comportamiento. Si el comportamiento de un niño provoca respuestas sociales negativas por parte de sus compañeros o profesores, se sentirá desanimado. Y la raíz del mal comportamiento es el desánimo.
Comportamiento inocente -> Desconexión -> Disuasión-> Mal comportamiento.
Yo mismo experimenté este ciclo. Me costaba atender a las clases, terminar los trabajos, recordar las tareas y encontrar un lápiz. En mi caso, las correcciones de los profesores eran frecuentes y me sentía fracasada. Me desanimé y me convertí en un reto de comportamiento para mis profesores. Es posible que hayas observado a alumnos en un ciclo similar.
Ayudar a los niños distraídos
Lo primero que hay que reconocer cuando se habla de cómo ayudar mejor a los niños que sufren falta de atención y distracción es reconocer que requiere concentración y tiempo. Lo segundo que hay que reconocer es que se necesitará concentración y tiempo si no les apoyamos eficazmente. Así pues, la verdadera pregunta es: ¿cómo empleamos nuestro tiempo y energía para que estos alumnos tengan éxito, y nosotros también? La buena noticia es que existen algunos enfoques probados con el tiempo que realmente pueden marcar la diferencia. No sólo para los alumnos con dificultades, sino para toda la comunidad.
Observarás que en las sugerencias que figuran a continuación se hace especial hincapié en preparar el entorno y fomentar el compromiso. Aunque éste es nuestro punto de partida como montessorianos, es especialmente importante que estos dos elementos de la pedagogía Montessori sean lo primero.
Al considerar el entorno, los pequeños detalles importan; una sola distracción puede parecer menor por sí sola, pero cuando se combina con otras, puede crear retos importantes para los niños sensibles a las distracciones. En cuanto al compromiso, a un niño con dificultades para mantener una concentración sostenida le resultará especialmente difícil centrarse si tiene poco interés en un tema o actividad. Por tanto, observar para descubrir y aprovechar sus intereses, inclinaciones y puntos fuertes contribuirá en gran medida a apoyar su progreso.
Exploremos algunas estrategias para apoyar el progreso de los niños que tienen problemas de falta de atención y distracción.
El entorno y el profesor
- Reduce las distracciones visuales – Un sabio formador mío dijo una vez: “El entorno Montessori debe ser sencillo, poco decorado, pero bello”. Las superficies sencillas y despejadas favorecen la concentración. Las investigaciones demuestran sistemáticamente que las paredes muy decoradas aumentan las distracciones de los niños (Fisher, 2014). Considera las estanterías de tu aula como expositores más que como almacenes. Estos expositores deben atraer la atención de los niños con objetos visualmente atractivos que sean fácilmente visibles en toda la habitación. Una iluminación cálida también ayuda a mantener la atención. Intenta utilizar lámparas de pie y de mesa en lugar de luces brillantes en el techo para reducir las distracciones visuales.
- Reduce las distracciones sonoras – Los niños son más sensibles a los sonidos ambientales y no pueden filtrar los ruidos irrelevantes tan fácilmente como los adultos (Klatte, 2013). Siempre que sea posible, minimiza el sonido en el aula. Los revestimientos del suelo, como alfombras o moquetas, no sólo proporcionan espacios de trabajo cómodos, sino que también ayudan a amortiguar el ruido. Una colcha sencilla y bonita en la pared también puede reducir significativamente el ruido ambiental. Crea espacios silenciosos para el trabajo individual o en pequeños grupos, y considera la posibilidad de proporcionar auriculares con cancelación de ruido para que los niños se autoaspiren cuando lo necesiten.
- La estética importa – Los estudios sugieren que los tonos suaves de azul y verde pueden aumentar la concentración (Alkozei, 2016; Lee, 2015). Pinta las paredes con estos colores para favorecer la concentración y la atención.
- Compromiso – Nuestra principal responsabilidad es observar y responder al desarrollo de cada niño, ofreciéndole un trabajo acorde con sus intereses y capacidades. Esto puede ser difícil pero esencial, sobre todo para los niños que se distraen con facilidad. Haz que las clases sean breves y atractivas, y adapta las actividades a sus intereses. Deja que los niños distraídos sirvan de barómetro para medir el compromiso con las clases y el trabajo. Si eres capaz de captar la atención sostenida de un niño que se distrae fácilmente, sin duda servirás a más de ese niño.
- Empieza con autenticidad – No renuncies a los materiales Montessori auténticos cuando veas que un niño no se compromete. Nuestros materiales están diseñados para responder al desarrollo natural del niño. Las presentaciones de tus álbumes son un punto de partida, y no un punto final. Observa, ajusta y adapta en función de tus observaciones y de las necesidades del niño.
- Gestionar el aula con presencia, calidez y silencio (PWS ) – Gestionar el aula con PWS significa “llenar el aula con nuestra presencia”. Siéntate en un lugar donde puedas ver a todos los niños y estar plenamente presente, observando activamente. Si se produce una interrupción, basta con mirar al niño implicado y ofrecerle una sonrisa cómplice, sin reaccionar ni moverse. Permanecer presente, cálido y silencioso ayuda a los niños a sentirse seguros, lo que a su vez fomenta un entorno propicio para la concentración. Este enfoque puede ser transformador.
- Deja que las rutinas sean las que manden – Establece una rutina estructurada y predecible. Los acontecimientos imprevisibles pueden perturbar y crear ansiedad a muchos niños. Las rutinas coherentes no sólo fomentan la independencia, sino también la autorregulación. Esto conduce a un aula regulada, que da a los niños una sensación de seguridad, permitiéndoles anticipar lo que viene a continuación y regular sus respuestas con confianza.
- Limitar las transiciones – Las transiciones pueden alterar significativamente la concentración y el compromiso. ¿Cuántas transiciones experimentan los niños cada día? Haz un inventario: puede que te sorprendas. Busca oportunidades para reducir el número de transiciones, sobre todo en las clases y reuniones de todo el grupo. Estos eventos implican múltiples transiciones, que pueden perturbar el flujo del ciclo de trabajo matutino, el momento en que los niños son más capaces de desarrollar la concentración. Recuerda que la concentración es una habilidad que requiere tiempo y espacio para desarrollarse.
- Implica a los alumnos – Implica a los niños en la creación de rutinas, expectativas y procedimientos que favorezcan la concentración y el compromiso. Resolver problemas juntos no sólo fomenta la cooperación, sino que también ofrece una valiosa visión de la perspectiva del niño. Las reuniones de clase son una forma estupenda de observar y comprender el mundo a través de los ojos del niño.
Habilidades de Gracia y Cortesía
- Autorregulación – Los ejercicios de respiración profunda y las actividades de atención plena pueden ayudar a los niños que se distraen fácilmente a centrarse y concentrarse mejor.
- Pedir ayuda – ¿Cuándo es útil pedir ayuda a un profesor? ¿Cómo pueden los niños pedir ayuda eficazmente? Practica cómo identificar qué ayuda se necesita y cómo solicitarla.
- Hacer una pausa – Las pausas eficaces aumentan la productividad al favorecer la atención, la concentración y el compromiso. Las pausas que funcionan bien incluyen el movimiento físico, las actividades creativas, los tentempiés saludables, el tiempo en la naturaleza o la socialización. Enseña a los niños a reconocer cuándo necesitan una pausa, qué hacer durante ella y cómo concluirla adecuadamente.
- Dividir las tareas en partes más pequeñas – Los niños que tienen dificultades para mantener la concentración pueden necesitar inicialmente que su profesor divida las tareas en pasos más pequeños. A medida que se desarrollan, es importante enseñarles a dividir las tareas de forma autónoma (ver “Paso a paso” en Respuestas).
- Cómo ayudar a un amigo distraído – Enseña a los niños cómo ayudar. Pregunta:
“¿Qué puedes hacer cuando ves que un amigo está distraído? ¿Cómo puedes ayudarles eficazmente? ¿Qué es lo que no ayuda?” Haz una lluvia de ideas sobre soluciones durante una reunión de clase. - Qué hacer cuando estás distraído – Colabora con los alumnos para crear una lista de estrategias para cuando se sientan distraídos. Incluye también tus propias sugerencias. Todos pueden beneficiarse de estos debates.
Respuestas
- Pequeños pasos – Comprobación – Ayuda al niño a dividir una tarea en pasos más pequeños y manejables. Después de cada paso, pídele que se ponga en contacto contigo. Anímale verbalmente (no elogiándole) y exprésale tu confianza en sus capacidades. Dividir las tareas en partes más pequeñas permite al niño experimentar el éxito con frecuencia, lo que libera dopamina, una recompensa natural que favorece la atención, la memoria y la motivación.
- Reunión de clase – Anima a un niño distraído a pedir ayuda al grupo para resolver problemas. Las Reuniones de Clase ayudan a los niños a sentirse validados y a recibir el apoyo de sus compañeros.
- Centrarse en los puntos fuertes – Observa atentamente al niño para identificar sus puntos fuertes. A los niños les resulta más fácil seguir participando cuando utilizan sus puntos fuertes, sobre todo si están ayudando a los demás. Ofrece oportunidades frecuentes para que el niño aplique sus puntos fuertes en su trabajo.
- Céntrate en sus intereses – Aunque parezca obvio, los niños que se distraen fácilmente suelen tener dificultades con las tareas no preferidas. Utiliza sus intereses para hacerles participar en tareas que de otro modo evitarían. No utilices el trabajo de alto interés como recompensa. En lugar de eso, utilízalo para iniciar el compromiso. El trabajo creativo de alto interés compromete el córtex prefrontal y fomenta la motivación y la concentración sostenida.
- Acuerdos – Para los alumnos de primaria y adolescentes, trabajad juntos para crear planes y rutinas de trabajo personalizados. Hablad de los retos, intereses, puntos fuertes, distracciones potenciales y compañeros de trabajo. Revisa y ajusta regularmente el plan, fomentando una mentalidad de aprendizaje por ensayo y error, igual que con los materiales Montessori. Las relaciones sólidas entre niños y profesores tienen efectos positivos a largo plazo en el crecimiento social y académico del niño (Rimm-Kaufman, 2010).
- Conferencias semanales – Para los alumnos de primaria y adolescentes, fija juntos objetivos semanales, permitiéndoles asumir un papel activo en su progreso. Ten breves conferencias semanales de 10 minutos, uno a uno, para hablar de sus progresos y retos. Identifica lo que funciona y lo que no. Supervisa los progresos y ajustad juntos el plan, según sea necesario.
- PWS (Presencia, Calidez y Silencio) – Evita regañar, recordar y engatusar. Promueve y cumple los acuerdos y límites utilizando PWS. ¡Sé firme y amable!
- Espacios de trabajo alternativos – Trabaja con los alumnos para identificar un espacio de trabajo fuera del aula que puedan utilizar cuando estén especialmente distraídos. No envíes al niño a este espacio. En lugar de eso, ofrécelo como una opción entre muchas que pueden utilizar para ayudar a superar las distracciones. Ver la Rueda de la Elección.
- Compañeros de trabajo preseleccionados – Trabaja con el alumno para identificar a los compañeros con los que trabaja de forma más productiva.
- Plan de retrasos – Cuando un niño llega tarde y se pierde el inicio de la jornada, suele sentirse excluido, sobre todo cuando se eligen compañeros de trabajo. Si un niño llega tarde constantemente, no esperes a que sus padres lo traigan a tiempo: trabaja con él para identificar y pedir compañeros de trabajo el día anterior, de modo que haya un amigo disponible para trabajar con él cuando llegue.
- Rueda de Elección – Crea una Rueda de Elección personalizada con el niño, utilizando las ideas aportadas durante las Reuniones de Clase (véase Gracia y Cortesía más arriba), o en una conversación individual. Incluye opciones adaptadas a las necesidades individuales del niño.
- Apoyo a la función ejecutiva – Ofrece apoyo en áreas como la organización, la gestión del tiempo, el inicio de tareas, la autovigilancia y la autorregulación (consulta el artículo Disregulación en la web del PDMC).
- Observa para animar – Toma notas detalladas y céntrate en los progresos del niño en su nivel de compromiso, concentración y realización de trabajos/tareas. Comparte tus observaciones con el niño y dale ánimos verbales directos, significativos y específicos sobre sus progresos.
- No hagas nada y observa – Los niños quieren hacerlo bien. Evita corregirles en exceso. Da a los niños que luchan contra la distracción espacio para autocorregirse. A menudo reciben constantes directrices de los adultos y, a veces, basta con saber que un adulto está observando para que se autocorrijan. Este enfoque preserva la dignidad del niño y puede ser sorprendentemente eficaz.
- Trabajar con, trabajar cerca, trabajar independientemente – Empieza trabajando directamente con un niño al que le cuesta concentrarse. A medida que se sienta más seguro con el material, pasa gradualmente a trabajar cerca de él y, finalmente, deja que trabaje de forma independiente. Muéstrale fe en su capacidad con afirmaciones como: “Ya lo tienes. Avísame cuando hayas terminado”.
Objetivos equivocados
“Un niño que se porta mal es un niño desanimado”. (Dreikurs, 1964).
Cuando los niños se sienten apoyados y animados en el entorno del aula, y saben que pertenecen (son queridos) y se sienten significativos (a través de la responsabilidad y la contribución), prosperan. Con orientación, desarrollan la amabilidad y el respeto hacia los demás y hacia sí mismos, y descubren lo capaces que son.
Cuando los niños se sienten desanimados, se portan mal, porque tienen una creencia errónea sobre cómo pertenecer y sentirse significativos. Cuando Rudolph Dreikurs observaba a los niños, identificó cuatro objetivos erróneos que los niños adoptan cuando se sienten desanimados.
A continuación, encontrarás ideas prácticas para ayudar a apoyar el cambio positivo del comportamiento de distracción para cada objetivo erróneo:
Deshacer la atención (Fíjate en mí. Implícame útilmente) – Los niños cuyo objetivo erróneo es Deshacer la atención suelen distraerse cuando buscan atención o un trato especial. Es probable que se distraigan a sí mismos. Establece un tiempo especial para llenar su “cubo” antes de que intenten llenarlo ellos mismos. Utiliza el enfoque del Pequeño Paso/Comprobación. Indícales que te ayuden a ti o a otros, utilizando sus puntos fuertes. Involúcralos en trabajos de grupo con niños con los que trabajen bien. Haz que den una clase sobre un material que dominen. Utiliza el estímulo verbal para celebrar sus progresos.
Poder Equivocado (Déjame Ayudar. Dame Opciones) – Los niños cuyo objetivo equivocado es el Poder Equivocado suelen tratar de demostrar que tienen el control y que no se les puede manejar fácilmente. Considera la posibilidad de trabajar con ellos para establecer juntos unos límites razonables, al tiempo que apoyas su sentido de la agencia incluyéndoles en la planificación del trabajo, la resolución de problemas y la toma de decisiones. Utiliza PWS (Presencia, Calidez y Silencio). Redirige su necesidad de poder identificando formas de que contribuyan constructivamente. Aléjate de las luchas de poder. A veces, observa y no hagas nada, dejando que se autocorrijan.
Venganza (Me duele. Valida mis sentimientos) – Un niño cuyo objetivo erróneo es la Venganza puede ser muy sensible y herirse con facilidad. Pueden distraerse al intentar herir a los demás de la forma en que ellos se sienten heridos. Actúa, no hables. Asegúrate de escuchar reflexivamente. Haz preguntas abiertas y evita hacer suposiciones. Valida sus sentimientos. Intenta comprender sus prioridades. Haz preguntas abiertas sobre sus intereses. Fomenta actividades que permitan la autoexpresión. Céntrate en sus puntos fuertes. Crea un trabajo que fomente sus intereses.
Ineptitud Supuesta (No te rindas conmigo. Muéstrame un pequeño paso) – Los niños con el objetivo erróneo de la Ineptitud Supuesta suelen distraerse porque están abrumados y se han rendido. Asegúrate de fomentar sus puntos fuertes y de prepararles para el éxito. Empieza trabajando con ellos, luego trabaja cerca de ellos y, poco a poco, deja que trabajen de forma independiente. Ofréceles ánimos concretos cuando observes que progresan en su concentración. Utiliza el enfoque de pequeños pasos/comprobación. Mantén unas expectativas razonables (marca personal) y medid juntos los progresos.
La historia de Robbie
Robbie era un alumno de 4 años de la clase de la Casa de los Niños de Kyle. Durante las clases, Robbie era callado y respetuoso, y siempre levantaba la mano cuando tenía algo que decir… ¡y siempre tenía algo que decir! Cuando Robbie no hablaba durante una lección, su atención se desvanecía rápidamente. Cuando hablaba, parecía que no seguía la lección, pues sus comentarios a menudo se salían del tema.
Cuando Robbie trabajaba de forma independiente, Kyle se dio cuenta de que con frecuencia apartaba la vista de su trabajo y observaba a otros niños. Pronto, Robbie se levantaba e iba a hablar con el niño que estaba observando. Sus amigos disfrutaban de la compañía de Robbie y no se quejaban, pero sus frecuentes visitas perturbaban su concentración. Robbie se distraía fácilmente tanto durante el trabajo como en las conversaciones.
Kyle sospechaba que la distracción de Robbie era un comportamiento inocente. Al menos empezó inocentemente. A Robbie le encantaba trabajar con los materiales de matemáticas. Después de darle a Robbie una lección con las Cuentas de Oro, Kyle se dio cuenta de que Robbie sólo se había centrado en la primera parte de la lección. Cuando Robbie sacó las Cuentas de Oro al día siguiente, Kyle observó que no podía completar todos los pasos. En cuanto Robbie tuvo dificultades para colocar las cuentas, desistió y se fue a ver a un amigo. Kyle identificó el objetivo erróneo de Robbie como Inadecuación Asumida. La creencia que subyace a la Inadecuación Supuesta es: “No puedo hacerlo bien; es inútil intentarlo”.
Al día siguiente, Kyle adoptó un enfoque diferente. Le preguntó a Robbie si le gustaría que trabajáramos juntos en las Cuentas de Oro. Robbie aceptó entusiasmado. Esta vez, Kyle sólo utilizó las unidades y las decenas cuando colocaron las cuentas. Trabajaron juntos cada paso. Robbie pudo concentrarse en el trabajo y, a medida que avanzaban, Kyle le felicitó por su esfuerzo y atención. Robbie sonreía de orgullo.
Al día siguiente, Kyle añadió los cientos a la lección y volvieron a trabajar juntos. Una vez más, Kyle les animó durante todo el proceso. El tercer día, Kyle añadió los miles a la lección y trabajaron juntos, con mucho ánimo por parte de Kyle.
Cuando Kyle se sintió seguro de que Robbie podría completar toda la tarea con éxito, compartió su opinión con Robbie. “Robbie, creo que puedes hacerlo solo. Voy a trabajar con Anna justo a tu lado. Si tienes alguna duda, dame un golpecito en el hombro”. Robbie completó el trabajo de forma independiente.
Unos días más tarde, Robbie sacó las Cuentas de Oro por su cuenta y empezó a trabajar de forma independiente. Kyle le llamó la atención desde el otro lado de la habitación y le dedicó una sonrisa. Robbie le devolvió la sonrisa y continuó con su trabajo.
Comprendiendo que el objetivo erróneo de Robbie era la Inadecuación Asumida, Kyle utilizó las herramientas Paso Pequeño/Comprobación y Trabajar Con, Trabajar Cerca, Trabajar Independientemente para apoyar a Robbie en su reto de distracción.
Referencias
- Montessori, M. (2017). Montessori habla a los padres: una selección de artículos. Editorial Montessori Pierson.
- Miller, C., Howard, J. (2024). Cómo afecta el trauma a los niños en la escuela. https://childmind.org/article/how-trauma-affects-kids-school/
- Alkozei A, Smith R, Pisner DA, Vanuk JR, Berryhill SM, Fridman A, Shane BR, Knight SA, Killgore WD. (2016). La exposición a la luz azul aumenta la activación funcional posterior del córtex prefrontal durante la realización de una tarea de memoria de trabajo. 2016 Sep 1;39(9):1671-80.
- Kate E. Lee, Kathryn J.H. Williams, Leisa D. Sargent, Nicholas S.G. Williams, Katherine A. Johnson. (2015). Las vistas de 40 segundos de un tejado verde mantienen la atención: El papel de las microrrupturas en el restablecimiento de la atención. Revista de Psicología Ambiental.
- Fisher, A. V., Godwin, K. E. y Seltman, H. (2014). Entorno visual, asignación de la atención y aprendizaje en niños pequeños: Cuando demasiado de algo bueno puede ser malo.Psychological Science, 25(7), 1362-1370.
- Faria S., Weston T., Cepeda, N. (2013). La multitarea con el portátil dificulta el aprendizaje en clase, tanto para los usuarios como para los compañeros cercanos, Computers & Education, Volumen 62. p. 24-31
- Klatte M, Bergström K, Lachmann T. (2013). ¿Afecta el ruido al aprendizaje? Una breve revisión sobre los efectos del ruido en el rendimiento cognitivo de los niños. Front Psychol. 2013
- Rimm-Kaufman, S. (2025). Mejorar las relaciones de los alumnos con los profesores.American Psychological Association. https://www.apa.org/education-career/k12/relationships.
- Dreikurs, R., Stoltz, V. (1964). Los niños, el reto. Hawthorne Books, p. 36.
- Nelsen, J., DeLorenzo, C. (2021). Disciplina positiva en el aula montessori. Parent-Child Press.